sábado, 14 de noviembre de 2015

La próxima vez...

Ha ocurrido la masacre en París el 13 de noviembre. Pudo haber sucedido en agosto de este año, pero la decidida intervención de tres héroes que se abalanzaron sobre un terrorista islámico evitó una masacre como la de ayer. Están ahí, puede volver a ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. Es terrorismo de una organización que se denomina Estado Islámico, y, sin embargo, después de cada brutal atentado,
ante de cualquier análisis se oye decir:"el islam es religión de paz". No sé si es una ironía, un oxímoron o un sarcasmo, lo que sé es que es propio de fundamentalistas que siguen los fundamentos de esa religión. Lo que sé es que al día siguiente no hay ninguna comunicación de autoridades religiosas musulmanas, esto es así en todos los atentados. Son los periodistas y determinados políticos los que dicen que el islam no tiene nada que ver, los imanes callan y otorgan.
La próxima vez que haya un atentado ya sé que se va a decir:
1) Es culpa de occidente
2)El islam es una religión de paz
3)Todas las religiones son iguales, son fanáticos
4)Esto favorece a la extrema derecha
5)Esto favorece a Israel
6)También occidente mata a inocentes, etc, etc,

Siempre es lo mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.
Las autoridades religiosas islámicas suelen callar, o no se les da publicidad. Desde luego, los imames, no.
Niños palestinos con carteles diciendo que ellos están con Francia y mensajes bonitos de solidaridad. Ahí se queda la cosa.
Y la culpa de la barbarie, siempre de occidente. Esos son los comentarios que mayoritariamente parten de la sociedad occidental. ¿Culpables nosotros? El culpable es el que pone la bomba, el que mata. No hay justificación.
Son los mismos musulmanes los que tienen que reaccionar contra esa gente. Pero se les ha ido de las manos, ahora tienen miedo. Como nosotros. Ya estamos en el mismo saco, en el saco de los que caminan hacia una nueva Edad Media.

Anónimo dijo...

Por el odio islamista...

Islamista, sí. No nos mata el budismo, ni los Testigos de Jehová, ni mata el Opus Dei, ni nos asesina el cristianismo o el judaísmo. Solo el islamismo mata, asesina, viola, reprime y destruye. Sólo el islamismo lo hace con esa furia, con esa generalización, con esa expansión internacional, con ese odio religioso forjado en cada palmo de tierra que rozan. Nadie mas actúa así y con idéntico patrón universal: Mali, Afganistán, Nigeria, Sudán, Kenia, Filipinas, Indonesia, Tailandia, Chechenia, Israel, Túnez, Turquía, Europa... Y lo hacen en nombre de un dios y una religión concreta. Gritan su nombre al matar y morir: "No hay más Dios que Alá".